Por
Joseph Ina
“Llevo
dos días con un jingle, que escuché en la radio, que no me quito de
la cabeza. Necesito ayuda” Fue la primera llamada de auxilio de una
persona en twitter. Y a esa llamada se sumaron millones de afectados
en las redes sociales.
Madrid,
14 abril 2013.- Así comenzó uno de los fenómenos más insólitos
de la historia del jingle en nuestro país. Una conocida marca de
lavavajillas lanzó su campaña con un jingle realmente pegadizo,
tanto que resultó casi imposible sacárselo de la cabeza. La campaña
de radio recibió el premio eficacia del año. Pero meses después el
jurado se vio forzado a anularlo presionados por el Ministerio de
Sanidad pública. Ya que la única manera de sacarse ese ritmillo tan
pegadizo obligaba a la gente a golpearse la cabeza contra la pared e
incluso, en extremas circunstancias, contra otras personas. Dejando
una visible marca en millones de frentes. Esta oleada de violencia
saturó los servicios de emergencia que atendieron a más de diez
millones de personas por traumatismo craneal.